Hacía siglos que no escribía aquí. Tal vez por pereza, tal vez porque no tenía absolutamente nada que decir. Sea como sea tengo que seguir sacandole brillo a este blog (que además es gratuito y hay que aprovechar).
Me gusta el bachillerato de artes. Me gusta no tener física y química. No tener matemáticas ni economía. Me encanta la filosofía, poner verde a Nietzsche porque se que muchos de vosotros sois fieles seguidores de eso a lo que llamaba filosofear. No hay nada mejor como poner una tonería para que cientos de personas den su opinión como en mi famoso post "Como ser gótico en 5 pasos". Estoy muy orgullosa de vosotros. No solo habeis puesto comentarios estúpidos e incoherentes, habeis dado vida a este blog.
Lo que me parece tristisimo es que no se repita esa misma situación con posts a los que he considerado verdaderamente importantes. Una vez mas internautas os habeis delatado.
Como no quiero seguir desaciendome en halagos, me gustaría comentar algo sobre OT y Risto Mejode (Mejide perdón). Creo que vivimos en una sociedad en la a veces importa más el morbo televisivo que el propio entretenimiento. Risto es el payaso del circo que aprovecha nuestros aplausos para seguir con su papel. En cierta manera esa sinceridad brutal de la que hace gala, es su instrumento. Y hace daño. Ante todo, debería existir un respeto hacia las personas. Ese respeto debería marcarlo la propia cadena, que es la que da trabajo a este sujeto. Los concursantes deberían plantearse varias cosas antes de ser sus víctimas. Una de ellas, ser conscientes de lo que implica entrar en ese tipo de programas con sus correspondientes juicios. Hay quien prefiere ser objeto de mofa y burla, soportar la humillación y tragarse el orgullo. Como he dicho anteriormente, la cadena debería ser la encargada de limitar la simple ironía de una degradación hacia esa persona.
Sin embargo, es curioso como el público reacciona sobre este tipo de acontecimientos. Hay una contradicción, nos solidarizamos con Patricia García Mendez. Después en las galas esperamos que insulte a los participantes, para ver si ha dicho algo gracioso. Primero le aplaudimos y luego le condenamos. ¿No es acaso algo cínico por nuestra parte?
Este caso me recuerda a uno parecido en Internet. Un tal Borjamari (http://borjamari.blogspot.com/) vierte opiniones personales sobre la blogosfera, sus integrantes y sus bitácoras en general. En ocasiones escribe perlas como estas:
Si hacer poesía absurda sin tener cualidades para ello, es una verdadera temeridad que deja un reguero de despropósitos, basta con darse una vuelta por ciertas bitácoras (algunas ya comentadas por aquí), intentar jugar con algo tan difícil como es el humor absurdo, puede tener consecuencias como está bitácora, un monumental despropósito, perpetrado innecesariamente.
Borjamari es el Risto Mejide de los blogs. Casualmente las bitácoras comentadas en esa página suelen hacerse famosas gracias a él. O a ella, porque Borjamari es un seudónimo al igual que Mejide. Una persona disfrazada. Porque detrás de todo ese espectáculo, la farsa y las críticas, estoy segura de que se esconde alguien bastante diferente.
Esta es la noticia:
Risto
Hasta lueguitooo